Modem

Hoy en día se puede decir que no solo utilizamos internet, dependemos de ella. Cuando la conexión va lenta, o aún peor se interrumpe, tu día entero puede arruinarse. ¿Te has parado alguna vez a pensar cómo funcionan realmente las conexiones a internet? Desde el router Wi-Fi a los dispositivos móviles los elementos que componen tu red doméstica se comunican en distintos idiomas digitales. El módem es la figura que actúa como interprete de todos ellos. Lleva las señales procedentes del proveedor de servicio de internet (ISP) y las transforma en una conexión a internet para que tu router Wi-Fi las reenvíe. Dicho de una forma sencilla, el módem le proporciona acceso a la Red de Redes pero también puede marcar la diferencia con la eficiencia de tu Wi-Fi doméstica.

Cómo funciona un módem

El módem recibe en tu casa la información proveniente del ISP a través de la línea de teléfono, fibra óptica o un cable coaxial (dependiendo del ISP) y a continuación la convierte en una señal digital. El trabajo del router es el de canalizar esta señal a los dispositivos conectados, ya sea por cables Ethernet o por Wi-Fi, para que todos sus dispositivos puedan tener acceso a internet. El router y el ISP no se pueden comunicar directamente porque emplean lenguajes distintos, o mejor dicho, transmiten distintos tipos de señales. De ahí que el papel del módem como interprete sea tan relevante.

Por qué deberías comprarte un router nuevo

Tu ISP le proporcionará un módem estándar cuando se dé de alta con sus servicios. Este router no es gratis. Pagarás un alquiler por él por una cantidad que puede ascender hasta 10 euros mensuales. Esta se esconde a menudo enterrada entre todos los desgloses de costes de tu factura mensual.
En el transcurso de un año esta cuota puede acumularse hasta unos 120 euros, más caro que comprar un módem nuevo. Si mantienes la suscripción con el mismo ISP un par de años no solo amortizarás el coste de comprar un módem sino que ahorrarás una buena suma de dinero al no tener que pagar cuotas futuras.

Cable, DSL o fibra

Existen tres tipos de módems: cable, DSL y fibra. Estos operan con distintos tipos de cables según el proveedor de servicios de internet que se utilices. Los cable-módems están disponibles muy a menudo en tiendas, lo que no es el caso con los productos de fibra óptica. Proveedores como Verizon FiOS y AT&T U-verse requieren que los usuarios utilicen dispositivos específicos para poder acceder a sus servicios. Al comprar un módem cable o DSL asegúrate de que escoges el tipo de módem apropiado para tu servicio. Asimismo, verifica que es compatible con las tasas de velocidad de descarga y subida que tengas contratadas con tu ISP. Si tu módem no admite la velocidad del servicio de internet esto producirá un atasco en el tráfico de la red y en los consecuentes problemas de conexión (lentitud e interrupciones). Esto es una molestia para cualquier usuario Wi-Fi pero es especialmente frustrante para aquellos que para reproducir contenido por streaming o jugar multijugador online dependen de una conexión Wi-Fi estable.
La velocidad de descarga (o flujo de bajada) define cómo de rápido llegan los datos a tu vivienda cuando realizas tareas como por ejemplo reproducir películas por streaming con Netflix. La velocidad de subida (o flujo de subida) representa cómo de rápido puede enviar datos a los distintos servicios de internet, como subir fotos a Facebook. Los ISP pueden expresar las velocidades de subida y bajada con dos números, por ejemplo 300/20 Megabits por segundo (Mbps). La velocidad de descarga tendrá siempre un valor más alto y normalmente viene indicada primero (algunas veces es el único valor que se expresa).

Una tecnología de módem superior

Desgraciadamente, los proveedores de servicio a menudo no alquilan los módems más modernos. De hecho, en un estudio reciente realizado en 1000 hogares en Estados Unidos se ha determinado que la mayoría de usuarios norteamericanos con cable-módems no saben si sus dispositivos son lo suficientemente potentes como para enviar adecuadamente la señal inalámbrica en sus redes.
Comprar su propio módem te brinda la oportunidad de hacer uso de la tecnología más moderna y avanzada. Digamos que expandes el contrato con tu ISP para tener una conexión más rápida pero que a pesar de esto la reproducción de vídeos en YouTube sigue entrecortándose. Un módem más moderno lo suficientemente potente como dar cabida a tu servicio de banda ancha y router Wi-Fi te garantizará las velocidades de red más veloces que pagas cada mes.
Si estás interesado también en adquirir un nuevo router Wi-Fi considera la opción de una solución 2 en 1 módem y router. Estos routers integran un módem en un solo dispositivo práctico y cómodo para que no tengas que preocuparte por instalaciones llenas de cables. Los módem-router ofrecen asimismo una interfaz de usuario intuitiva que te permite gestionar tu red, incluyendo ajustes de seguridad y priorización de dispositivos, desde cualquier sitio.

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